Un aparente crimen pasional conmocionó a los vecinos del barrio Elena White, que ayer salían asombrados de sus casas en busca de nuevos datos que les permitieran armar la historia y entender qué había sucedido. Todo empezó a las 19.30, cuando se escuchó un disparo que provenía de la vivienda que habitaba una pareja de mujeres y los dos hijos menores de una de ellas, en la manzana C.
Los vecinos relataron a LA GACETA que, luego del estruendo, vieron salir a una de las mujeres que corría por la calle y pedía por favor que alguien llamara a una ambulancia. Las personas que viven en la cuadra se comunicaron con el servicio de emergencias del 107 y con la seccional 8°. Hasta entonces, todo apuntaba a un suicidio. Pero cuando llegó la Policía, esa versión cambió de rumbo.
Cuando entraron los uniformados, encontraron a una mujer sin vida, que yacía sobre una cama todavía con las zapatillas puestas. Fue identificada como Ana Gabriela García, de 33 años, y madre de los dos niños que vivían en ese lugar con la pareja.
Pero dentro de la casa había dos mujeres más, ambas policías, que prestan servicio en la fuerza provincial. Una de ellas era Sonia Gambarte, pareja de García, y otra joven que fue identificada como Adriana Galván. Las dos fueron trasladadas a la comisaría, donde quedaron aprehendidas como principales sospechosas del homicidio de García. A primera hora de hoy deberán prestar declaración en tribunales ante la fiscala de la III° Nominación, Teresita Marnero.
Personal de Criminalística, de la Policía Científica y de la división Homicidios y Delitos Complejos trabajaron hasta tarde en el lugar del hecho. Mientras tanto, los familiares de la víctima aguardaban angustiados detrás de una cinta plástica que alguna autoridad les diera una explicación de lo que había ocurrido con la mujer. Entre ellos también estaban los pequeños hijos de García, quienes ignoraban la muerte de su mamá.
Según trascendió, la víctima presentaba una herida de bala con orificio de entrada en el pómulo derecho y orificio de salida en la parte superior de la cabeza. Cerca de la medianoche, cuando todas las pruebas habían sido recogidas, el cuerpo fue llevado a la morgue judicial para someterlo a una autopsia.